Anime Review: Shingeki no Kyojin

En septiembre de 2009, un joven mangaka que nadie conocía comenzó la publicación de un manga que a nadie le importaba. Pero ahora, cuatro años más tarde, Hajime Isayama y Shingeki no Kyojin (“Ataque a los titanes” en España) están en boca de todos, convirtiéndose esta obra en un manga-anime revelación con millones de seguidores en todo el mundo.
Para ti, dentro de 2.000 años
Hace un siglo, los seres humanos se enfrentaron a su extinción cuando hizo aparición un enemigo imbatible y terrorífico: los titanes, unos monstruos gigantescos que devoraron a gran parte de la humanidad y que obligaron a los pocos supervivientes a confinarse tras unos altos muros. Tras esas murallas se encuentra el eje de la historia, Eren Jaeger, un muchacho que sueña con traspasarlas para conocer el mundo exterior y que vive su día a día junto a sus padres, su hermana adoptiva Mikasa Ackerman y su amigo Armin Arlert. Sin embargo, un fatídico día, la humanidad recuerda una vez más su destino cuando un titán colosal de sesenta metros hace aparición ante la primera fila de murallas que protegen a los humanos de su enemigo más temible. Así, Eren, Mikasa y Armin pierden su hogar y toda esperanza a la par que nuestro protagonista hace un juramento: su objetivo en la vida será acabar con todos los titanes. De este modo, comienza una historia de supervivencia y guerra en la que sus personajes deberán desvelar el misterio que se esconde tras la existencia de estos horribles seres. Con este breve bosquejo comienza la historia de Shingeki no Kyojin, una trama que se abre muchísimo durante sus primeros episodios y que sólo sirve de introducción a lo que realmente les espera a Eren, Mikasa y Armin, los tres principales protagonistas de la historia.
Vogel im Käfig
A
pesar de que no me gustaría “evaluar” la historia de Shingeki no Kyojin, debo
admitir que, una vez leída y vista, ésta me parece atractiva y bien
configurada. Shingeki no Kyojin cuenta con buen misterio y unos personajes con
los que simpatizar desde los primeros capítulos, pero ¿cómo se ha trasladado
toda esta magia al anime? El anime de Shingeki no Kyojin coge todas las piezas
del puzle de Isayama y las presenta de forma clara sin olvidar otra de las
características de esta serie, su pausado ritmo narrativo. Estamos ante una
serie de acción, pero este manga-anime también es dado al uso de la retórica,
incluso en los momentos más inverosímiles y, sobre todo, peligrosos. Muchos de
sus hechos se alargan innecesariamente para acortar otros que sí requerirían
más detalle, y eso es algo que se ha mantenido en esta adaptación al anime a
pesar de que muchas veces no era necesario. Es decir, estamos ante un anime que
gusta de dilatar escenas con el objetivo de rellenar capítulos para así
completar los veinticinco episodios de los que consta la serie. Y eso es algo
que se ha podido apreciar en las escenas originales incluidas en el anime.
Aunque comenzaron de forma tímida en la primera mitad del anime, sólo con un
par de escenas inventadas por el propio staff de Wit Studio, la segunda parte
del mismo, sobre todo en su recta final a partir del capítulo veintidós, está
plagado de minutos originales que no aparecen en el manga de Isayama. Y aquí es
donde entra el punto conflictivo de este análisis. Aunque es notable mi opinión
favorable sobre Shingeki no Kyojin, me sentí muy decepcionado con los capítulos
finales del anime, sobre todo con los dos últimos. Personalmente, me parece
positivo este tipo de “extras” en las adaptaciones siempre y cuando se incluyan
con moderación y con sumo cuidado de respetar la historia original y las
personalidades de los personajes que la protagonizan.

Wit Studio no comenzó con
mal pie, añadió un par de detalles en los primeros episodios, un par de cambios
narrativos, y eso le dio una nueva dimensión a la historia de Isayama al
aportar algo más a aquellas personas que ya la conocían por haber leído el
manga original. No quiero que se me malinterprete: la historia esencial de
la serie no cambia en el anime y éste no toma otros derroteros para alejarse de
las pautas principales de la historia de Isayama. Pero mi queja proviene por el
estilo de presentar estos cambios con el único pretexto de alargar los
episodios para llegar al clímax final que buscaban. No hay nada malo en incluir
un par de escenas de algunos minutos, algunos gestos o ciertas frases, pero la
cosa cambia cuando el material “inédito” supera al original en un capítulo.Con todo, no quiero ensombrecer este análisis con esta opinión tan
radical. Bien es cierto que, como lector del manga original, no me han gustado
estos últimos cambios, pero no debemos equivocarnos: obviando un par de
detalles de dirección y narración muy puntuales, Wit Studio ha hecho un buen
trabajo de adaptación argumental y ha conseguido potenciar ciertas escenas del
manga gracias a los elementos con los que cuenta un formato como es el anime
(movimiento, música, voces, etc). Y sobre todo, aunque algo suavizado, ha
mantenido esa esencia cruel que impregna el manga raíz. En definitiva, nos
encontramos ante una adaptación bien configurada y presentada, lenta en
ocasiones y demasiado creativa en otras, pero que ha conseguido llevar al gran
público una versión más que digna del trabajo de Hajime Isayama. Mucho menos
violenta, como no podía ser de otra manera en este tipo de adaptaciones, pero
con una producción más espectacular de las escenas de acción o el manejo del
dispositivo de maniobras de tres dimensiones.
Para finalizar
En definitiva, de los mejores animes del 2013 con acción, drama y una historia que aun no acaba.Tambien hay que destacaer las voces y los soundtracks que son también épicos en especial el opening #1:
Recomiendo completamente este anime jui :v
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